Soliloquios y reflexiones.

De repente, en la vida "profesional", eso de la administración del tiempo se vuelve un factor en exceso importante a considerar.

Aquí ando a tientas buscando un equilibrio en todo lo que quiero hacer y el hecho que estoy en el trabajo (esclavizada) 10 horas al día entre semana. Cada fin de semana se acorta y hay muchísimas cosas que quisiera comprimir en dos días.

Y la clave de todo esto es la voluntad y no dejar que la desmotivación aparezca. Porque si uno se apachurra termina haciendo nada.

Varios años han pasado desde la última entrada. Se había quedado como borrador una publicación sobre empezar las prácticas profesionales, y ahora que ya soy, se supone, toda una profesionista vuelvo a escribir en este espacio.
Tengo 25 años y desde la última publicación a la fecha han ocurrido increíbles cambios, mejoras,  aprendizajes, y madurez en mi vida.

Siempre utilizo distintos espacios para desahogarme, expresarme o simplemente como un artificio catártico. Un día me encontré con el blogger y me pareció buena idea hacer uso de él, además del hecho que he leído muchos blogs y, de igual forma, quería el mío. Tengo varios más en diferentes presentaciones, también tengo bastantes diarios y libretas que reflejan mis pensamientos del momento y los acontecimientos del día. Es interesante cuando te los encuentras, los lees, y te transportas a ese momento. Ahora que lo pienso, dejar lapsos indefinidos sin escribir sobre mí y mi vida es como hacer un brinco a ella diciendo: "ahora ve y vive más, regresa después a contarnos".

En estos momentos estuve desempolvando este espacio en la red, me puse a limpiar todo el asqueroso spam que había llenado los comentarios de algunas entradas.

Sin más por el momento, dejo estas líneas escritas hacia el público que se llegue a topar con todo esto, que al final de cuentas, al pasar el tiempo, termino siendo yo misma la espectadora.

Es hora de dormir.